Copec se juega última carta para evitar judicialización de proyecto Las Salinas

Evitar la judicialización. Ese es el objetivo de Empresas Copec para su emblemático proyecto inmobiliario Las Salinas, que considera una inversión total de US$ 797 millones.

A mediados de mayo, la Dirección Ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Valparaíso resolvió poner término anticipado a la tramitación del proyecto, liderado por Inmobiliaria Las Salinas, debido a que, a su juicio, no contaba con información esencial para proseguir con la evaluación ambiental del mismo. Se acusó falta de información crucial relacionada con el transporte de la tierra calificada como peligrosa, la que sería llevada por la empresa hacia San Felipe y Quillota.

A través del Estudio de Impacto Ambiental denominado Recuperación del Terreno Las Salinas para Uso Inmobiliario, iniciativa que involucra una inversión de US$ 41 millones, la empresa busca habilitar el paño para uso residencial y equipamiento. Hoy, está apto sólo para uso como área verde.

Ante el negativo escenario, Las Salinas presentó un recurso de reposición, el cual fue rechazado por la autoridad a mediados de junio.

Pero la empresa no se quedó ahí, y el pasado 18 de julio decidió presentar un recurso de invalidación ante la dirección ejecutiva del SEA para intentar retomar la tramitación de la iniciativa, la que se busca desarrollar en las 15,8 hectáreas que hace más de un siglo la petrolera junto con Shell, Sonacol y Esso utilizaban para el almacenamiento de combustible.

Esta es la última instancia administrativa que le queda a Copec para intentar lograr destrabar el proyecto.

Luego, sólo le queda recurrir al Tribunal Ambiental y -en caso que tampoco tenga éxito- apuntar a la justicia civil, escenarios que ya están siendo analizados por la empresa.

No obstante, el pasado 26 de julio, el SEA de Valparaíso acogió a trámite la presentación de la inmobiliaria, por lo que aún podría evitar judicializar el proyecto.

La defensa de Copec

En su nuevo recurso, la empresa cuestiona el acto administrativo que dio término anticipado a la tramitación de la obra, es decir, que se habría dictado una resolución con infracción del ordenamiento jurídico.

Anteriormente, la compañía había acusado a la autoridad ambiental de actuar de manera “arbitraria” y “fuera de sus competencias” al paralizar el proceso de tramitación ambiental.

En su recurso de reposición ante el SEA, la compañía señaló que “ha realizado un significativo esfuerzo” por diseñar un proyecto de mejora ambiental. Junto a esto, destacó que el tránsito de camiones no afectará mayormente a los vecinos, debido a que estaría dentro de los criterios de diseño de las rutas planificadas.

“Cualquier impacto ya está asumido como propio de dicha infraestructura vial. De considerarlo de otro modo, se llegaría al absurdo de que cada usuario debería realizar una evaluación de efectos de su tránsito sobre cualquier ruta del país”, dijo la firma ante la autoridad ambiental.

Para Copec, todo ha sido confirmado por el Estudio de Impacto Vial del proyecto, que incluyó como área de estudio todas las rutas de transporte hacia los sitios de destino final para los suelos que no cuentan con altas concentraciones de hidrocarburos.

Según ha detallado la inmobiliaria, el proyecto consiste en la recuperación ambiental mediante un proceso de remediación de suelo y agua subterránea, lo cual significaría que las concentraciones de remanentes de los compuestos de hidrocarburos no representarían un riesgo para las personas.

La firma ya había presentado un EIA con anterioridad, tras al menos tres años de estudios, pero decidió retirarlo en agosto de 2014, luego de duras observaciones por entes estatales. De esta manera, la empresa lleva más de seis años tratando de sacar adelante la iniciativa sin éxito. Y sólo acumula gastos.

Según los estados financieros de Copec a marzo, su filial Inmobiliaria Las Salinas registra resultados retenidos (pérdidas acumuladas) por US$ 31 millones, mientras sus activos superan los US$ 134 millones.

En su estado de resultados, la filial inmobiliaria registró pérdidas por US$ 1,2 millones.